Declaración
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al cumplir un año de gobierno con importantes avances, a pesar de las constantes agresiones de que ha sido y sigue siendo objeto por parte de las fuerzas más beligerantes de la derecha de dentro y fuera del país.
Destaca la amenaza intervencionista pronunciada por Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, el martes 26 del presente noviembre, quien, en plena campaña por la reelección, cuestionado por Bill O’Reilly, periodista televisivo conservador, respecto de si estaría dispuesto a designar como “grupos terroristas” a los cárteles mexicanos de las drogas, respondió que sí, que ya trabajaba en ello. La gravedad del asunto radica en que, de llegarse a concretar esa amenaza, el gobierno yanqui podría utilizarla como pretexto para desatar “misiones de combate al terrorismo” unilaterales y hasta como simple pretexto, para violar la soberanía y territorialidad de nuestro país; tal es la gravedad del caso.
Por fortuna, contamos con una conducción firmemente patriota y, a la vez, dotada de la necesaria serenidad para no incurrir en errores producto de la precipitación. La gallarda e inmediata respuesta fue estableciendo que «México no admitirá nunca acción alguna que signifique violación a su soberanía nacional”, con el añadido de «cooperación sí”, dado que el problema atañe a ambos países y debieran atacarlo de manera concertada, pero “intervencionismo no», más una serie de acciones diplomáticas al respecto, y un mensaje concreto para tranquilidad de los mexicanos, en el sentido de que no existe un peligro inminente de agresión por parte de la potencia del norte, pues nuestro gobierno tiene la situación bajo control.
Sin embargo, el peligro es latente, puesto que, como los hechos lo han demostrado, el imperialismo yanqui no tolera la existencia de gobierno alguno y el de López Obrador tiene este carácter al no doblegarse, dócilmente a todos sus mandatos y caprichos, y el de López Obrador tiene este carácter. Además, la derecha local más conflictiva ha venido haciendo constantes invitaciones y llamados a la intervención yanqui en México, a lo que recientemente se ha sumado la petición concreta de una poderosa familia norteamericano-mexicana de religión mormona, asentada en Chihuahua de tiempo atrás, que tiene su propia, peculiar escala de valores, distinta de la de nuestro pueblo, y que hace poco sufrió la pérdida de varias vidas a manos criminales, hecho que está en plena investigación por parte de la autoridad competente, por cierto, con la participación de la FBI de Estados Unidos, a la que por su doble nacionalidad reclaman derecho.
En este contexto, el pueblo de México y sus fuerzas patrióticas y progresistas debemos estar muy alertas, porque, si bien lo que dijo el Presidente, respecto a la no inminencia de la intervención armada yanqui, es verdad; esto puede cambiar en cualquier momento, porque “al imperialismo no se le puede confiar ni tantito así”, como lo dijo el entrañable guerrillero Ernesto, el Che Guevara.
Y, por ahora, la mejor respuesta es la de rodear de calor, solidaridad y apoyo al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, patriota y antineoliberal.
México, 29 de noviembre de 2019
DIRECCIÓN POLÍTICA NACIONAL
PARTIDO POPULAR SOCIALISTA DE MÉXICO