PARTIDO POPULAR SOCIALISTA DE MÉXICO
LLAMAMIENTO AL PUEBLO DE MÉXICO
Antes de los neoliberales, el Estado mexicano poseía numerosas empresas exitosas que eran el pilar fundamental de su independencia económica. Estas permitían al Estado promover el desarrollo económico que, junto con una correcta distribución de los recursos, es indispensable para el bienestar del pueblo. Esto constituía también un elemento de resistencia frente al imperialismo tanto, norteamericano como europeo, y de avance hacia nuestra independencia respecto del mismo. Así bien, como dijo el Maestro Vicente Lombardo Toledano: “Nacionalizar es Descolonizar”.
Esto lo tenía muy claro el expresidente Adolfo López Mateos cuando en 1960 nacionalizó la industria eléctrica. No fue hasta 1983 con la llegada de los neoliberales al gobierno y específicamente en 1992 cuando Salinas de Gortari reformó la “Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica”, que en México abrió la puerta al capital privado en el sistema eléctrico nacional, por cierto, con el apoyo en ambas cámaras de los miembros del pan y con la férrea oposición de nuestro partido. A partir de entonces empezó el desmantelamiento paulatino, pero sistemático de esta industria vital, para irla asfixiando.
Treinta años después y ya sin oposición en el congreso, el gobierno de Peña Nieto, de nuevo en alianza con el pan, y ahora con el PRD y demás partidos satélites, votaron la “reforma energética» en diciembre de 2013, dentro del llamado “Pacto por México”. Esta contrarreforma privatizó las dos empresas estratégicas del Estado mexicano, antes tan exitosas y de clase mundial, PEMEX y CFE, fundadas por el presidente Lázaro Cárdenas, sin fines de lucro, para darle desarrollo económico y social al país y mejorar las condiciones de vida del pueblo.
Tanto PEMEX como CFE siguen existiendo, ahora legalmente definidas como “empresas productivas” de interés público y propiedad exclusiva del Estado mexicano, aunque en los hechos estas reformas, han dejado prácticamente en ruinas a ambas empresas y las obliga a competir de manera desventajosa con las empresas eléctricas privadas, nacionales y extranjeras, en el llamado mercado eléctrico mayorista (MEM).
En respuesta a las medidas recién acordadas, con apego estricto a sus facultades constitucionales y legales, por el presidente Andrés Manuel López Obrador a través del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), con el fin de regular el uso de “energías limpias», en particular por la situación que priva en materia energética durante la pandemia, y en general para revertir y reparar el daño que las generadoras privadas de dichas energías han venido cometiendo contra la CFE, la derecha le desata otra arremetida mediática, ahora del lado de estas generadoras, que son grandes empresas, principalmente transnacionales, mismas que, como suelen hacerlo, han interpuesto Juicios de Amparo, en los que a pesar de haber conseguido algunas suspensiones definitivas, existen sobradas razones para presumir que el fondo del asunto, también jurídicamente, lo ganará el Estado mexicano.
La derecha en México, que concentra todo su empeño en derrumbar al gobierno de la Cuarta Transformación, además de todas sus consabidas acciones, en esta ocasión ha organizado a sus gobernadores, individuos oportunistas con fama pública de corruptos, que usan las gubernaturas para golpear —a veces taimada y otras abiertamente— al gobierno que inicia el proceso de la Cuarta Transformación. Ahora disfrazados de redentores ecológicos y de gobiernos “comprometidos con la transición hacia las energías limpias», han salido en alianza vergonzosa a defender los intereses económicos de las tramposas transnacionales, contra los intereses del pueblo y la nación. Lo que no es de extrañar a nadie, esos gobernadores son los cómplices de las generadoras privadas en sus infamantes atropellos y despojos de tierras, contra campesinos y comunidades indígenas, para establecer sus campos eólicos y de paneles solares.
Los “argumentos» de la derecha en esta nueva embestida de mentiras y calumnias son que: “el gobierno de la 4T es enemigo de las energías alternas, ecológicas o “limpias»; que “aprovechando la pandemia se ha creado una nueva legislación”; que “el gobierno de la 4T pretende acabar con la participación de la inversión privada en la generación de electricidad”; que “el gobierno de la 4T se revela estatista y comunista”.
La realidad es muy distinta, el gobierno federal solamente se propone:
Cancelar los contratos leoninos con empresas privadas, heredados por Peña Nieto: impedir la práctica ventajosa de no pagar el transporte de la luz ni el respaldo en sus constantes fallos en el suministro, además de los penosos ilícitos, de dichas empresas contra la CFE. Justamente terminar con la simulación y el fraude que cometen las empresas privadas dedicadas a generar las llamadas “energías limpias» que, como ha quedado públicamente demostrado, sus verdaderos intereses no son precisamente de carácter ecológico ni las ganancias económicas lícitas y justas; sino continuar actuando como lo hicieron con los corruptos gobiernos de la dictadura neoliberal, de manera ilícita y de rapiña.
Ya lo dijo reiteradamente el presidente Andrés Manuel López Obrador, “se respetará lo establecido en la reforma energética, pero lo que no vamos a aceptar es que se siga utilizando a esta gran empresa de vocación social, que es la CFE, para impulsar a las corporaciones privadas. Sería ir contra los intereses nacionales.»
Frente a este escenario el Partido Popular Socialista de México, siendo partidario de la recuperación total de las industrias eléctrica y petrolera para el patrimonio nacional; sin embargo, saluda y apoya la firme, digna y patriótica defensa de la CFE, que hacen su titular, la Secretaría de Energía y el Presidente de nuestro país. Y llama a todas las fuerzas democráticas y al pueblo en general a solidarizarse en esta justa defensa, contra la voracidad e inmoralidad del gran capital nacional y transnacional y sus lacayos. Este es un primer paso, modesto pero firme, en el camino para restaurar al sector estatal de la economía, ese pilar vigoroso de la independencia económica y la soberanía nacional, que le permiten al pueblo ser constructor de su propio destino. También llamamos al pueblo a no caer en la campaña de ataques a la cfe relacionados con las tarifas y los altos recibos de luz. Estas circunstancias no tienen nada que ver con la independencia económica de México, al contrario, son problemas remediables sólo teniendo la propiedad de la empresa que genera la electricidad y no dependiendo de empresas privadas que sólo buscan el lucro.
México, mayo 28 de 2020.
FRATERNALMENTE
¡Por la liberación nacional y el socialismo!
DIRECCIÓN POLÍTICA NACIONAL DEL COMITÉ CENTRAL