El corrupto entramado electoral neoliberal

Por José Santos Cervantes

El pasado jueves 20 de agosto, en sesión privada no presencial, la Sala Superior del Tribunal Federal Electoral resolvió: que el método para elegir al presidente y al secretario general de morena será mediante encuesta abierta a quienes se auto adscriban como militantes y simpatizantes de Morena.

Esta es una intromisión inaceptable para cualquier partido político que se respete, tenga o no registro electoral. Esta actitud del «Tribunal» no es casual y tampoco inexplicable. Va contra la Cuarta t y a favor de la derecha golpista.

Hay que recordar, en primer lugar, que las actuales «instituciones» electorales «ciudadanizadas”, fueron impuestas a partir de la reforma electoral llevada a cabo, nada más ni nada menos, por Carlos Salinas de Gortari (csg) en 1990.

Tampoco debemos olvidar cómo se obnubilaron los «izquierdistas» institucionales, cuando previamente, al frente del Instituto Federal Electoral (IFE), Salinas impuso a personajes “fifís», uno de «izquierda” José Woldenberg y otro siniestro y corrupto personaje de derecha Santiago Creel. Ambos presentados como finísimas personas, impolutas, «querubines» en la defensa de la «democracia”.

Una vez logrado el objetivo, de ensalzar la «ciudadanización» de las sacrosantas instituciones electorales neoliberales, vino lo peor, sus directivos se convirtieron en simples peones del gobierno en turno, para que avalaran todas las atrocidades en cuanto a fraudes y corrupción.

En el gobierno neoliberal de Peña el IFE fue transformado en Instituto Nacional Electoral (INE), porque los neoliberales saben muy bien que es buena estrategia cambiar de ropaje, de esta manera sepultaban fraudes y por otra parte parecía que habría recambio, es decir, fue sólo un acto de gatopardismo.

Hoy, el ine se debate en una crisis de credibilidad como no la padecieron sus antecesores, que nunca se distinguieron por su honorabilidad, sin embargo, palidecen frente a las trapacerías del Instituto y de su actual titular Lorenzo Córdova.

Si algo puede ser el símbolo de la putrefacción en materia política electoral neoliberal es el ine, y sus adláteres, los mentados tribunales, todo ese cuerpo leguleyo, que sólo sirve para legalizar crímenes político-electorales, gravísimos, pues han tenido que ver nada más ni nada menos que con la imposición de gobernantes vendepatria, de mafias corruptas en los estados y municipios, de dictaduras represoras disfrazadas de «democracia» y con la miseria que, sobre estas bases, condenó y aun pretende seguir condenando al pueblo mexicano.

Por tanto, no es tarea menor para las fuerzas progresistas y revolucionarias acabar con este entramado electoral costosísimo, plagado de corrupción y sustituir este sistema de partidos putrefacto salvo morena (aún con la presencia de oportunistas y corruptos, que son la minoría, no tiene grado de comparación), que permita a la clase trabajadora de la ciudad y del campo, participar en igualdad de condiciones con los candidatos de la burguesía.

El pueblo de México merece contar con un sistema electoral alejado de todas las mañas y vicios del periodo neoliberal, que también fueron prácticas profundamente antidemocráticas realizadas por el partido de Estado, pero que palidecen ante la prostitución en que se debate el actual INE.

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